Remite Carta Abierta formulada por CONAGRO y la Corporación Mundo Rural a las y los Convencionales Constituyentes.
El día 29 de julio, la Convencional Constituyente Damaris Abarca del distrito 15 reenvió a todos los integrantes de la Convención, la siguiente misiva, que redactó la Confederación Nacional de Federaciones de Sindicatos Campesinos y Trabajadores del Agro de Chile, CONAGRO y la Corporación Mundo Rural, con el fin de dar a conocer sus consideraciones en cuanto al rescate y desarrollo del Mundo Rural y la Agricultura Familiar Campesina, el manejo justo de los recursos naturales y la conservación del medio ambiente, todo esto, teniendo en cuenta las discusiones venideras en torno a la redacción de nuestra nueva Constitución.
CARTA ABIERTA A COMPATRIOTAS ELECTOS Y ELECTAS COMO REDACTORES DE LA NUEVA CONSTITUCIÓN CHILENA
Santiago, 17 de junio, 2021
Considerando el mandato que les ha otorgado la ciudadanía para que redacten la propuesta de una Nueva Constitución, nos dirigimos respetuosamente a ustedes mediante la presente carta para hacer llegar nuestra posición sobre el carácter del Estado y el Mundo Rural.
Somos La Confederación Nacional de Federaciones de Sindicatos Campesinos y Trabajadores del Agro de Chile, CONAGRO, que agrupa y representa a pequeños/as productores/as campesinos/as y trabajadores/as asalariados/as y temporales del sector rural y la Corporación Mundo Rural Pro, organización que busca contribuir al rescate y desarrollo del Mundo Rural y la Agricultura Familiar Campesina (AFC), promoviendo el manejo justo de los recursos naturales y la conservación del medio ambiente.
A continuación exponemos nuestras consideraciones sobre temas que sin duda estarán en vuestros debates y reflexiones:
1. Chile debe avanzar hacia una sociedad plurinacional, con una economía social y democrática de derechos, que busque un desarrollo sostenible e inclusivo, en el cual el Estado juegue un rol como agente activo del desarrollo en ámbitos económicos, medio ambientales y sociales.
2. El sector silvoagropecuario debe reconocerse como un sector estratégico y prioritario de la economía y de la vida nacional, por su rol en la alimentación de la población, soberanía alimentaria del país, producción de divisas, cuidado del medio ambiente, el cambio climático y el poblamiento de los territorios.
3. El Estado debe propiciar un Desarrollo Rural integrado, sostenible y equitativo, avanzando en una política rural con enfoque territorial, que involucre a todos los sectores en su objetivo, planteándose una nueva perspectiva en el desarrollo de las comunidades rurales y la Agricultura Familiar Campesina. Es importante que ya no solo considere la extracción de los recursos naturales y el desarrollo económico, sino que además priorice la calidad de vida en todos los ámbitos del habitante rural y la sostenibilidad de los servicios ecosistémicos.
4. La pequeña agricultura y Agricultura Familiar Campesina (AFC) por su carácter patrimonial, debe reconocerse como un sector social y económico particular y prioritario dentro del sector silvoagropecuario nacional, por su importancia demográfica, productiva, cultural y social, el cual es esencial para el abastecimiento de productos frescos y saludables para el consumo nacional. El Estado debe comprometerse en el apoyo técnico, económico y de capacitación del sector.
5. Las formas de propiedad que se reconozcan y se protejan en la Nueva Constitución deben incluir la propiedad colectiva o comunitaria de organizaciones campesinas, comunidades agrícolas, la propiedad cooperativa, la propiedad familiar y la propiedad ancestral de los pueblos originarios.
6. La propiedad agraria y toda forma de propiedad en el país deben estar subordinadas al bien
común y deben cumplir, por ello, con las normas de regulación económica, sociales, salariales, tributarias, sindicales y medio ambientales que el Estado determine.
7. El agua debe reestablecerse como un bien nacional de uso público y un derecho humano, donde el Estado debe garantizar su uso democrático, racional y sustentable, regulado en beneficio de todos los actores del territorio.
8. El uso del suelo agrícola nacional, dado que es un recurso limitado, debe ser regulado en su propiedad, limitando su orientación a usos no productivos, evitando su concentración excesiva y su extranjerización. La tierra agrícola y el agua deben volver a ser vinculados a su finalidad de recursos esenciales para la producción de alimentos.
9. Dada la importancia que tiene el sector Rural para la economía y sociedad chilena, es necesario que el Estado fomente la organización social, considerando sus particularidades, patrones de dispersión y dinámicas locales, donde se requiere un apoyo institucional específico para desarrollar, mejorar y promover la participación social organizada del sector.
10. Proteger el conocimiento y el patrimonio colectivo de comunidades campesinas y pueblos originarios, cautelando los recursos fitogenéticos y la biodiversidad nativa. El Estado debe resguardar, regular y promover la investigación científica y la mantención in situ de estos recursos, para el cuidado de la biodiversidad agrícola y silvestre de nuestro país.
Atentamente a ustedes,